domingo, 10 de junho de 2007

encántame esta muller porque escribe cousas como esta:

na páxina 160 da obra antes citada [Audre Lourde (2003) La hermana, la extranjera, Horas y Horas, Madrid] lese o seguinte:

quienes deciden recortar las ayudas para los enfermos terminales, para los ancianos, para los niños sin recursos, los subsidios para alimentos o para comidas escolares, son hombres con el estómago lleno que viven en casas confortables, tienen dos coches y gozan de innumerables beneficios fiscales. Ninguno de ellos se va con hambre a la cama noche tras noche. Hace poco se ha llegado a proponer que se contrate a ciudadanos mayores para trabajar en las centrales nucleares dado que, en cualquier caso, no les queda mucho tiempo de vida.

Maravillosa, "e non teño máis que dicir!"

1 comentário:

Anónimo disse...

Se todos pensáramos coma ela, sería marabilloso, porque os tantos que pasan fame e sede de pan e xustiza, serían menos, e menos aínda, eses que viven e engordan a conta da dor e da miseria dos pobres e deserdados da terra.
Amara Orzania