segunda-feira, 19 de janeiro de 2009

Un domingo polaco


Hoxe é domingo. Concentrada na lectura de textos sobre inmigración lin este artigo sobre os inmigrantes polacos en Madrid do 2001.

Atopeino a raíz dunha busca en google sobre as pautas de consumo da poboación estranxeira; cando lía o xornal e vin aqueles bolivianos no piso que lle aluga de Juana Chaos cun gran televisor ao lado ocupando a metade da imaxe quixen saber: cal é o/os aparato/s electrónico/s para o fogar que os inmigrantes mercan primeiro en canto teñen a posibilidade? Non estaría mal esta aportación da socioloxía do consumo para as empresas de novas tecnoloxías.

Pero así foi como atopei este artigo dos polacos en Madrid e lonxe de anotar as súas pautas de consumo fiquei co seu sistema de transacción transnacional que relata o autor de xeito secundario neste domingo polaco:

“…El domingo es el único día de descanso y por tanto para muchos de los inmigrantes tiene una importancia especial. Sin embargo, el domingo para muchos tiene un orden que se repite casi todos los domingos. Una de las mujeres describió así su domingo:

Por la mañana voy al mercadillo [mercadillo polaco en Aluche] para comprar revistas polacas y ver a mis amigos, porque tu puedes ver casi a todo el mundo. Después quedo con mis amigas y vamos a un parque como el Retiro o uno que está muy cerca de Aluche. Después vuelvo a casa, como y a las 5.30 de la tarde tenemos misa, entonces veo a mi hermano que trabaja aquí en la construcción, cenamos en su casa y después me quedo hablando o vamos a ver que pasa en el centro (M25, 2).

Esta declaración refleja una estructura de domingo que se repite en otras entrevistas. La visita al mercadillo polaco por la mañana y después la misa polaca son dos elementos que ordenan todo el día.
El mercadillo polaco es un verdadero mercado alternativo de productos y servicios organizado por el colectivo polaco en Madrid. En realidad es un aparcamiento que se encuentra en frente de la estación del metro de Aluche. Todos los domingos alrededor de las 11.00 de la mañana vienen minibuses que traen paquetes mandados por las familias que se encuentran en Polonia, venden diversos alimentos polacos difíciles de comprar en España y además prensa. Durante unas 2 horas los inmigrantes polacos no sólo pueden comprar lo que quieren o necesitan sino también mandar recados y paquetes. Los minibuses ofrecen viajes a Polonia a precios muy bajos. Todo está realizado a través de una multitud de pequeñas empresas familiares que todas las semanas circulan entre Polonia y Madrid. A pesar de los servicios presentados, como ya se ha dicho el mercadillo polaco es también un lugar de encuentro, de vida social e intercambio de información. El papel de este lugar de encuentros en la vida de los polacos está descrito en la siguiente opinión:

Voy al mercadillo incluso si no tengo nada que mandar ni comprar. Allí te enteras de todo. Cuando hay un trabajo la gente te informa o te vende el puesto de trabajo allí. Te encuentras con tus amigos y vas a tomar una cerveza. (V53, 4)

Otro momento del domingo es la misa polaca en una iglesia madrileña. De modo muy parecido al “mercadillo polaco” la misa también es un lugar de encuentro y punto de información. Hay que destacar la importancia del papel que desempeñan los sacerdotes polacos. Ellos son los que organizan las redes de ayuda, recogen y reparten información y coordinan la ayuda a los más necesitados.”


Extraído de
STANEK, M. Los inmigrantes polacos en Madrid. Una etnografía de la vida cotidiana. Scripta Nova. Revista electrónica de geografía y ciencias sociales. Barcelona: Universidad de Barcelona, 15 de mayo de 2003, vol. VII, núm. 141, . [ISSN: 1138-9788]

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